#4 El reto de la inclusión: estudiantes NEAE y educación

Ya está disponible el nº4 de la revista Educar es amar

Entre un sinfín de palabras que se vienen considerando como las más hype, cool o fashion de la actualidad, encontramos una que de un modo algo más tímido ha ido ganando terreno en el ámbito de la educación: la palabra inclusión. Muchos de los que formamos parte de ese ámbito somos testigos de la evolución que ha tenido este vocablo, bien sea en el plano etimológico, semántico o conceptual, hasta permitirle alcanzar un lugar más que merecido dentro del lenguaje pedagógico.

Necesidades Específicas de Apoyo Educativo en el contexto universitario

Es la profesora Bojana Tulimirovic la que nos plantea, en el editorial de este número, una serie de preguntas que habitualmente acompañan la superación de ciertos obstáculos que deben sortear los estudiantes con NEAE:

¿Cómo afrontar la nueva etapa escolar?, ¿qué herramientas usar a la hora de satisfacer las necesidades de cada alumno?, ¿cómo promover el aprendizaje del alumnado?, ¿cómo optimizar los recursos existentes para conseguir el desarrollo de las competencias del alumnado?, o, pensando en los escenarios más actuales de la enseñanza virtual, ¿cómo adaptar las clases para que todos, sin excepciones, soportemos lo que nos ha caído encima este último año? Las respuestas a estas preguntas así como muchas otras historias y experiencias en primera persona, las podéis encontrar en este número.

Gracias a todos los estudiantes, graduados, maestros, profesores y demás colaboradores que, de forma desinteresada, han participado en la elaboración de este número.

Si estás interesado/a en participar en los siguientes números, contacta con el profesor Enrique García Jiménez o con Javier Viñayo Blanco.

Materia y energía: una visión educativa de los recursos de la naturaleza

Parece que la energía lo es todo: no nos podemos levantar por la mañana sin energía; no podemos llamar a nuestro amigo o familiar si nos quedamos sin batería en el móvil, pero también no podemos robar un banco sin energía. La energía está ahí para utilizarla, pero el tener mucho o poco parece que no nos autoriza a hacer lo que queramos ¿o sí? Puedes pintar grafitis ofensivos o quemar contenedores, pero ¿merece la pena ese gasto energético? Dicho de otra forma, ¿hay energía para todos?

Se nos dice por todos los medios de comunicación que estamos en crisis de todo tipo, incluida la energética. ¿Os imagináis que pasaría si hubiera una gran escasez de energía? Para pintar un grafiti tienes que comprar un bote de pintura, pintura que es materia. Esa materia es una mezcla elaborada de pigmentos florales, átomos enlazados con diversidad de colores, agrupamientos que han sido elaborados por la planta por fotosíntesis, en donde la luz solar (la energía) contribuye a su creación. Luego, la materia y la energía parecen estar relacionados, incluso para pintar un grafiti.

En el siglo XX, alguien llamado Albert Einstein tuvo una genial idea, una idea trabajada a raíz de las matemáticas, una predicción simbolizada con letras:

E = m·c2

pizarra-formula-einstein

¡No te desesperes, lo que sigue es interesante! Desgranemos “la fórmula”: La letra “E” es la energía, la cual, según Einstein, se obtendría si la materia “m” viajara a la velocidad de la luz al cuadrado “c2.

Foto de SxedioStudio

Esto quiere decir que la materia se transforma en energía (bote de pintura → Grafiti) y, por tanto, ¿la propia energía también puede transformarse en materia? Cuando hacemos un grafiti, al terminar, estamos sudando y con calor. El calor es otra manifestación de la energía, la cual se escapa a nuestro control. Es decir, que la energía se ha transformado en una energía ¿no útil? He aquí el quid de la cuestión, ¿estamos robando energía a la sociedad?

Las estrellas construyen materia a partir de la energía, lo hacen continuamente, ahora mismo mientras lees estas líneas. Pero las estrellas tienen fecha de caducidad porque esa materia no la reciclan, la pierden, al igual que parte de su energía, la emiten al espacio generando lunas y planetas nuevos. En el universo ambos aspectos se han conservado, pero nuestro sol se ha extinguido. Parece ser que la fórmula de Einstein puede ser una solución a los problemas de la sociedad. Ella nos predice que, si pudiéramos sacar toda la energía existente en una manzana Ambrosía de 200 g nos daría una energía de 1,8·1016 Julios, esto es, 50.000 millones de kilovatios por hora, lo que significa que daríamos luz a ¡5 millones de hogares durante un mes!

Y ahí no queda la cosa. Como en la ciudad de Granada hay 233.648 habitantes, significa que podemos dar luz a nuestra ciudad durante 21 meses, ¡casi dos años de luz en Granada con UNA SOLA MANZANA! Si pudiéramos construir un mini reactor como el que aparecía en el coche “Delorean” de la película Regreso al Futuro (1985) que hiciera esta conversión al 100 %, podríamos transformar las sobras de una lata de cerveza en energía ¡Imaginaos cuantos kilómetros podría recorrer dicho coche! ¡Podrías pintar muchísimos grafitis! ¿O no?


Julio Ballesta Claver es profesor del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales. Licenciado en Químicas por la Universidad de Granada y doctorado en química analítica en el año 2009, Julio lleva años produciendo artículos de investigación y realizando docencia universitaria; en el año 2011 recibió el galardón al mejor trabajo de investigación en química electroanalítica concedido por la empresa DROPSENS.

Ballesta-Claver-Julio

Ejerce la docencia desde el 2009, destacando las asignaturas «Química Analítica Avanzada» «Ciencias experimentales II», «La ciencia y su didáctica en la educación infantil», «Salud y alimentación en la infancia» y «Laboratorio escolar en ciencias naturales».

Ha coescrito cuatro libros sobre didáctica aplicada de las ciencias en la etapa de secundaria-bachillerato.