Estudiar Magisterio: más salidas de las que pensábamos

Nos movemos hacia una revalorización de la profesión docente, aunque sea más por necesidad social que por toma de conciencia de la relevancia crucial que tiene un/a maestro/a en el desarrollo de la persona

Estudiar cualquier grado de Educación implica que, a priori, pensemos que la única salida laboral esté relacionada con la enseñanza. No se puede negar que éste es uno de los objetivos fundamentales que pueden motivarnos a elegir la titulación y formarnos en esta dirección. La buena noticia es que nos movemos hacia una revalorización de la profesión docente, aunque sea más por necesidad social que por toma de conciencia de la relevancia crucial que tiene un/a maestro/a en el desarrollo de la persona. La mala noticia, bien conocida, se puede resumir de la siguiente manera: llegar a ser maestro/a es una carrera de fondo para la que hay que tener mucha fortaleza.

El acceso a la función docente depende de muchos factores. El gran esfuerzo y la falta de correspondencia entre esfuerzo y resultados positivos conducen a muchas personas a abandonar el intento de hacerse con una plaza de maestro/a. No obstante, aquí hallamos de nuevo dos noticias importantes, y ambas, buenas. La primera buena nueva es que todo se logra con constancia, esfuerzo, interés y dedicación. La segunda, también positiva, es que tenemos más salidas laborales. Una de las que no suelen tenerse en cuenta es la investigación. La carrera de investigador no ha estado tradicionalmente muy ligada a los grados de educación (Infantil o Primaria).

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Todo se logra con constancia, esfuerzo, interés y dedicación

Antes, los planes de estudio dificultaban ese acceso. Actualmente, es muy frecuente que, tras finalizar el grado de Maestro, intentemos acceder a algún máster relacionado. Si éste es universitario, esto es, oficial, habitualmente nos dará acceso al doctorado. Así, tras acabar el máster, tendríamos la oportunidad de solicitar el acceso al denominado tercer ciclo, esto es, los estudios que conducen a la obtención de título de doctor, máxima titulación académica a la que se puede aspirar. En sí, el doctorado puede parecernos una salida…sin salida. No obstante, mientras realizamos el máster, se suele comenzar a investigar. Y esto, en caso de que nos interese, nos iniciará en alguna línea de investigación que pueda entusiasmarnos.

En sí, el doctorado puede parecernos una salida…sin salida

Además, hay varias becas de investigación que pueden solicitarse una vez que hemos pedido el acceso a los estudios de doctorado: FPU (Beca de Formación del Profesorado Universitario), FPI (Formación del Personal de Investigación); y otras, como contratos con cargos a proyectos y de colaboración. En todos estos casos, y aunque la palabra beca suene a ayudita, se trata de contratos de investigación que nos inician en el mundo laboral universitario. No se puede decir que sea fácil lograr alguna de estas becas. Pero nada es imposible. Y es una buena ocasión para replantearnos que tener un buen expediente resulta fundamental para mucho más de lo que pensamos. Asimismo, se necesitan en la universidad investigadores y docentes que tengan formación en Educación.

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No se puede decir que sea fácil lograr alguna de estas becas. Pero nada es imposible. Y es una buena ocasión para replantearnos que tener un buen expediente resulta fundamental para mucho más de lo que pensamos.

Se puede investigar sobre muchos aspectos educativos, de interés para la comunidad universitaria, investigadora y para la sociedad. Desde los grados de Maestro en Educación Infantil o Primaria podemos encontrar más salidas de las que pensábamos y aportar mucho a la sociedad.

Foto de portada Vía iStock.

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David Caballero Mariscal es profesor del Área de Didáctica de las Ciencias Sociales. Licenciado en Filosofía y Letras y graduado en Ciencias Religiosas, David es Doctor en Antropología por la Universidad de Huelva y Doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Granada.

Este artículo se incluyó en el n.º 5 de la revista universitaria Educar es Amar, publicada el 9 de julio de 2021.

Nuevas tecnologías para ayudar a las personas con dificultades de aprendizaje

Adapro es un procesador de textos concebido para ayudar a las personas con dificultades de aprendizaje como la dislexia u otro tipo de diversidad funcional como el autismo

La integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el sistema educativo ha supuesto una gran ayuda para la creación de actividades atractivas y motivadoras para el alumnado, más aún desde la situación sanitaria actual que vivimos.

El programa Experimental School Environment (ESE) es una iniciativa llevada a cabo en el programa de investigación Esprit de la Comisión Europea, cuyos objetivos eran producir herramientas basadas en las tecnologías de la información y la comunicación que demostró, grosso modo, que el uso de la tecnología puede ayudar al alumnado, sobre todo de las etapas iniciales, a comunicar sus logros a los demás e incrementar su interés y motivación. Las TIC pueden utilizarse para reforzar los conocimientos que se adquieren, para trabajar o apoyar el aprendizaje de aquellos contenidos que supongan una mayor dificultad y para mejorar determinadas dificultades de aprendizaje como es el caso de la dislexia.

Iconos o pictogramas

Tal y como se detalla en la página web donde puede descargarse la aplicación, Adapro es un procesador de textos “concebido para ayudar a las personas con dificultades de aprendizaje como la dislexia u otro tipo de diversidad funcional como el autismo. A través de este procesador de textos se previene la confusión visual de los caracteres, ya que se basa en la incorporación de un aprendizaje visual, a través de iconos o pictogramas. La aplicación está disponible en español, inglés y portugués, y es fruto del trabajo realizado por FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) de la Unión Europea enmarcado en el Programa de Cooperación Transnacional Açores-Madeira-Canarias (PCT-MAC).

Sarakanda: un sistema tipográfico que nace para adaptarse a la fisiología de la lectura y a la manera particular en que los niños con dislexia desarrollan tal proceso

Adapro dispone de una representación en línea de palabras a través de símbolos gráficos, teclados virtuales, simulación de teclas con frases predefinidas referidas o no a un contexto visual, una aplicación adicional que sirve para la creación y edición de teclados, tipografía que facilita la lectura del texto, y un largo etcétera, que hacen de este procesador una herramienta de trabajo muy útil y eficaz para trabajar con el alumnado disléxico. En la página web del programa se puede, además de descargarse el mismo, acceder a una descripción detallada de qué es Adapro, en qué consiste o cuáles son sus principales funciones, así como disponer de un amplio manual de uso. Una de las grandes ventajas que posee este procesador es la presencia del tipo de letra denominada, Sarakanda, pues previene la confusión visual de los caracteres. Es el complemento perfecto a las funciones de alto contraste: un modo de contraste específico para las letras p/b/d/q, así como dos modos de contraste global alternativos al clásico texto negro sobre fondo blanco.

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La amplia base de datos de Adapro almacena actualmente hasta 10 000 palabras con representación gráfica. Su interfaz adaptada, transparente y configurable proporciona un entorno que inspira la seguridad suficiente en el usuario como para mantener su atención.

Es cierto que nos hemos visto abocados a integrar las TIC para poder llevar a cabo nuestra labor docente, lo cual es, sin duda, otra de las grandes ventajas que nos proporcionan, aunque esto haya acarreado dificultades como, por ejemplo, la pérdida del contacto directo y “humano” con los estudiantes o, en numerosos casos, problemas asociados al uso prolongado a las pantallas, pero esto nos permitirá contar con nuevas herramientas para la ansiada vuelta a la presencialidad. Además hemos logrado en pocos meses integrar las TIC de forma más eficaz que durante todos los años anteriores…¡de todo se aprende!

Foto de portada Vía Gráffica.

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María Santamarina Sancho es profesora del Área de Didáctica de la Lengua y la Literatura y doctora en Educación por la UGR. María compagina la docencia en el CMLI con el trabajo de técnico en la Unidad de Extensión Cultural del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Patrimonio de la UGR, más concretamente en el Área de Educación y Divulgación.

Este artículo se incluyó en el n.º 4 de la revista universitaria Educar es Amar, publicada digitalmente el 21 de abril de 2021

Detrás de un dulce semblante, puede esconderse un volcán

Breve reflexión de lo que la pandemia ha ocasionado en los niños, adolescentes y adultos

La pandemia —junto con la caída de las torres gemelas y la guerra en el continente europeo— ha supuesto un hito mundial en el que se han visto en peligro todos nuestros sistemas de creencias, lo cual nos ha hecho sentir más vulnerables. Sin embargo, para los niños, lo más cercano e inmediato quizá hayan sido sus vivencias de tristeza, estrés, angustia y miedo que han experimentado durante la pandemia. Han convivido más estrechamente con los adultos, lo que ha supuesto también sentimientos encontrados y ambivalencia; por un lado, la satisfacción de estar más tiempo con los padres, pero por otro, el desbordamiento psicológico de los padres junto con un deseo íntimo de encontrarse con su grupo de iguales a los que echa de menos. No olvidemos a los niños que, en el seno familiar, han estado sufriendo maltrato o abusos sexuales, lo cual incluso ha agravado su situación.

Sin duda, los estudios efectuados durante la pandemia nos indican que el desarraigo y la desconexión de los niños con respecto a su grupo de iguales ha sido un efecto indeseado que ha hecho difícil el reencuentro de los niños con su natural actividad, que es la obligada asistencia a sus respectivos centros escolares. La Fundación ANAR* en su Informe anual de 2020 hace referencia a un estudio en el que se analiza por primera vez y de forma integral cómo se han visto acrecentados todos los problemas que afectan a los menores de edad durante la pandemia. Siguiendo dicho informe, las consecuencias de la pandemia han generado en niños y adolescentes una gran frustración, fruto de la indefensión y desesperación que, de acuerdo con ANAR, explicarían por qué se ha observado un incremento de casos de ideación suicida y tentativas de suicidio entre los y las adolescentes, y ha aumentado el uso de mecanismos de autorregulación emocional con el propósito de reducir su ansiedad, principalmente autolesiones y mecanismos de compensación propios de los trastornos de alimentación (Infocop, 2021).

La niños y la pandemia: sentimientos encontrados y ambivalencia

Nos encontramos ante un totum revolutum, donde todo se ha alterado en gran manera ante el cambio en todas las formas de vida a las que estamos acostumbrados. Cabe destacar la conducta de los padres con el ansia de volver a sus hábitos de ocio anteriores, lo cual repercute en la vida de los niños que dependen de ellos. Asimismo, el confinamiento indudablemente nos ha afectado a todos con esos sentimientos de tristeza, angustia y estrés, tanto a los que no tenían problemas previamente, como a los que sí tenían algún problema declarado o sin declarar.

La Fundación ANAR* en su Informe anual de 2020 hace referencia a un estudio en el que se analiza por primera vez y de forma integral cómo se han visto acrecentados todos los problemas que afectan a los menores de edad durante la pandemia.

En definitiva, el confinamiento y sus efectos observados posteriores dejan a la vista la problemática sobre cómo nos ha afectado esta situación, lo cual nos obliga a todos a implicarnos para que dichos efectos no empeoren. Cierto es que la capacidad de adaptación del ser humano y en particular el de los niños es una realidad comprobada, pero no nos podemos confiar a la apariencia de las cosas porque detrás de un semblante dulce, cándido y angelical puede esconderse un volcán (que lo hemos visto también) de consecuencias incalculables. Dicho esto, no podemos bajar la guardia y tenemos que estar atentos a la más mínima señal que puedan presentar los niños, niñas y adolescentes de los que nos rodeamos.

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Mariano Vera Martínez es doctor en Psicología por la Universidad de Granada y Profesor Titular del Centro de Magisterio “La Inmaculada” en el área de Psicología Evolutiva y de la Educación. Es especialista en Psicología Clínica y Secretario General del Consejo General de la Psicología de España, Presidente de la Unión Profesional de Granada y miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Social de la Ciudad de Granada.

*Durante el Estado de Alarma, la Fundación ANAR fue declarada operadora de Servicios Esenciales, logrando atender 166.433 peticiones de ayuda de toda España. Informe de la Fundación ANAR en tiempos del COVID.

Este artículo se incluyó en el n.º 7 de la revista universitaria del CMLI, Educar es Amar, publicada digitalmente el 7 de abril de 2022.

Juntarse es un comienzo. Seguir juntos es un progreso. Trabajar juntos es un éxito

La investigación en la universidad es un espacio de desarrollo social en el que el docente se desarrolla profesional y personalmente.

Cuando pensamos en investigación, lo primero que nos viene a la cabeza generalmente es una persona con una probeta en un laboratorio… Pero cuando hablamos de investigación en la universidad, nos acercamos más a un grupo de personas que tratan de dar respuestas a problemas sociales tratando de marcar una diferencia. La capacidad de este grupo de poder avanzar juntos es clave en todo el proceso. Como dice la frase atribuida a Henry Ford: “Juntarse es un comienzo. Seguir juntos es un progreso. Trabajar juntos es un éxito”.

Yo he tenido la suerte de encontrarme con grupos de personas en investigación donde la ética y la importancia que se da a las personas han sido clave en todo el proceso. La investigación a mí me ha hecho mejor docente además de ayudarme a conocerme más y a explorar mis límites. De todo lo que me ha supuesto, me gustaría destacar tres elementos:

  1. Aprendizaje y profundización. Lo más obvio que se transfiere de la investigación a la docencia es todo el conocimiento que se desarrolla. Debes leer y discutir de manera que seas capaz de analizar todo al detalle. Eso permite desarrollar una base de conocimiento que revierte directamente en la calidad de la docencia.
  2. Reflexión. Ser capaces de analizar desde distintos puntos de vista y poder valorar lo bueno y lo malo de todo lo que estamos elaborando. Al final, es el proceso de reflexión lo que permite afianzar el aprendizaje y optar por las distintas posibilidades que cada materia nos ofrece.
  3. Compartir momentos y experiencias con otras personas y conocer otras formas de trabajo. Cuando profundizas en una temática, debes relacionarte con las personas en todo el mundo que están trabajando en la misma línea. En este sentido, coincides en congresos o realizas estancias en otros países, lo que supone una gran riqueza. Te permite encontrarte en otros espacios y contextos que te hacen no dar nada por supuesto y poder conocer y reconocer a expertos en muchas materias.
Componentes del Grupo de Investigación Physical Activity for Health Promotion (PA-HELP). CTS-1018

Por tanto, cuando pensamos en investigación en la universidad hablamos de un espacio de desarrollo social en el que, además de las respuestas a problemáticas que comentaba al principio, el docente de universidad se desarrolla profesional y personalmente. De esta manera, a través de la investigación buscamos, como dice el Papa Francisco “seguir construyendo puentes entre las personas” y también a través del conocimiento. Finalmente, a mí me está ayudando a llegar a las clases con nuevas metodologías, con elementos que en otros países están ya asumidos y con una ilusión renovada a cada encuentro con los estudiantes.

Foto-Javier-Huertas-Delgado

Francisco Javier Huertas Delgado es director académico del CMLI. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, las principales áreas de interés sobre las que centra su trabajo de investigación son: «Educación en Valores», «Actividad Física y Salud» y «Educación y tecnología».

Es miembro del Grupo de Investigación Physical Activity for Health Promotion (PA-HELP). CTS-1018

#5. Ser maestro: inicio, vida universitaria y expectativas de futuro

El n.º 5 de revista Educar es amar está disponible desde el 9 de julio.

En este último número de este curso académico tan difícil y desconcertante, tenemos auténticas vivencias, los esfuerzos, los sueños y las metas de compañeros que avanzan en ese camino que escogieron, algunos, hace más de cuatro años.

En 1968 se publica Poemas póstumos de Jaime Gil de Biedma. El poema “No volveré a ser joven”, breve, pero inmenso e intenso, nos dejaba uno de los versos más recordados del poeta: “que la vida iba en serio…”. Las huellas, nuestras vivencias, académicas y personales, nos demuestran que así es, que la vida sí que va en serio.

El estudiante de Magisterio estudia esta carrera porque ama la educación

¿Cuántas veces hemos escuchado eso de, “en serio” vas a estudiar Magisterio con esas notas tan altas? ¡Ay! ¡Cuántas vacaciones tienen los docentes…! No nos importa, nos duele un “poquito”, pero los que nos dedicamos a esta profesión tan enriquecedora y maravillosa en todos los aspectos nos vemos recompensados a diario, aunque, claro está, los sacrificios y los tropiezos con las piedras del camino aparecerán en ocasiones. El estudiante de Magisterio no estudia esta carrera porque “le gusten los niños”, la estudia porque ama la educación, así como recoge el título de nuestra revista: Educar es amar.

Como comprobaréis es un número de lujo para cerrar este curso académico de la mejor forma posible. Y ahora, te toca, ¿te has dado cuenta de que la vida va en serio?

Si estás interesado/a en participar en los siguientes números, contacta con el profesor Enrique García Jiménez o con Javier Viñayo Blanco.

#4 El reto de la inclusión: estudiantes NEAE y educación

Ya está disponible el nº4 de la revista Educar es amar

Entre un sinfín de palabras que se vienen considerando como las más hype, cool o fashion de la actualidad, encontramos una que de un modo algo más tímido ha ido ganando terreno en el ámbito de la educación: la palabra inclusión. Muchos de los que formamos parte de ese ámbito somos testigos de la evolución que ha tenido este vocablo, bien sea en el plano etimológico, semántico o conceptual, hasta permitirle alcanzar un lugar más que merecido dentro del lenguaje pedagógico.

Necesidades Específicas de Apoyo Educativo en el contexto universitario

Es la profesora Bojana Tulimirovic la que nos plantea, en el editorial de este número, una serie de preguntas que habitualmente acompañan la superación de ciertos obstáculos que deben sortear los estudiantes con NEAE:

¿Cómo afrontar la nueva etapa escolar?, ¿qué herramientas usar a la hora de satisfacer las necesidades de cada alumno?, ¿cómo promover el aprendizaje del alumnado?, ¿cómo optimizar los recursos existentes para conseguir el desarrollo de las competencias del alumnado?, o, pensando en los escenarios más actuales de la enseñanza virtual, ¿cómo adaptar las clases para que todos, sin excepciones, soportemos lo que nos ha caído encima este último año? Las respuestas a estas preguntas así como muchas otras historias y experiencias en primera persona, las podéis encontrar en este número.

Gracias a todos los estudiantes, graduados, maestros, profesores y demás colaboradores que, de forma desinteresada, han participado en la elaboración de este número.

Si estás interesado/a en participar en los siguientes números, contacta con el profesor Enrique García Jiménez o con Javier Viñayo Blanco.