La investigación en la universidad es un espacio de desarrollo social en el que el docente se desarrolla profesional y personalmente.
Cuando pensamos en investigación, lo primero que nos viene a la cabeza generalmente es una persona con una probeta en un laboratorio… Pero cuando hablamos de investigación en la universidad, nos acercamos más a un grupo de personas que tratan de dar respuestas a problemas sociales tratando de marcar una diferencia. La capacidad de este grupo de poder avanzar juntos es clave en todo el proceso. Como dice la frase atribuida a Henry Ford: “Juntarse es un comienzo. Seguir juntos es un progreso. Trabajar juntos es un éxito”.
Yo he tenido la suerte de encontrarme con grupos de personas en investigación donde la ética y la importancia que se da a las personas han sido clave en todo el proceso. La investigación a mí me ha hecho mejor docente además de ayudarme a conocerme más y a explorar mis límites. De todo lo que me ha supuesto, me gustaría destacar tres elementos:
- Aprendizaje y profundización. Lo más obvio que se transfiere de la investigación a la docencia es todo el conocimiento que se desarrolla. Debes leer y discutir de manera que seas capaz de analizar todo al detalle. Eso permite desarrollar una base de conocimiento que revierte directamente en la calidad de la docencia.
- Reflexión. Ser capaces de analizar desde distintos puntos de vista y poder valorar lo bueno y lo malo de todo lo que estamos elaborando. Al final, es el proceso de reflexión lo que permite afianzar el aprendizaje y optar por las distintas posibilidades que cada materia nos ofrece.
- Compartir momentos y experiencias con otras personas y conocer otras formas de trabajo. Cuando profundizas en una temática, debes relacionarte con las personas en todo el mundo que están trabajando en la misma línea. En este sentido, coincides en congresos o realizas estancias en otros países, lo que supone una gran riqueza. Te permite encontrarte en otros espacios y contextos que te hacen no dar nada por supuesto y poder conocer y reconocer a expertos en muchas materias.
Por tanto, cuando pensamos en investigación en la universidad hablamos de un espacio de desarrollo social en el que, además de las respuestas a problemáticas que comentaba al principio, el docente de universidad se desarrolla profesional y personalmente. De esta manera, a través de la investigación buscamos, como dice el Papa Francisco “seguir construyendo puentes entre las personas” y también a través del conocimiento. Finalmente, a mí me está ayudando a llegar a las clases con nuevas metodologías, con elementos que en otros países están ya asumidos y con una ilusión renovada a cada encuentro con los estudiantes.
Francisco Javier Huertas Delgado es director académico del CMLI. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, las principales áreas de interés sobre las que centra su trabajo de investigación son: «Educación en Valores», «Actividad Física y Salud» y «Educación y tecnología».
Es miembro del Grupo de Investigación Physical Activity for Health Promotion (PA-HELP). CTS-1018