Una Navidad mejor

Puede presumirse que esta Navidad, también será más sentida y vívida.

Puede presumirse que esta Navidad, incluso para las personas que menos crean en ella o que más se hayan apartado de su espíritu familiar y festivo, será más sentida y vívida. Quizá todo lo malo que nos está ocurriendo nos acerque a una experiencia más sincera de estas fiestas, de menos cigala y más recogimiento, de menos centro comercial y más charla en el sofá. Porque pienso que la desgracia trae aparejada la dolorosa paradoja de brindar oportunidades, me atrevo a predecir que durante este periodo festivo las personas sensibles rescatarán emociones que solamente habían sentido cuando niños.

La pandemia nos ha acercado a la celebración del presente, del aquí y ahora, y ha reforzado la pertenencia a una familia, al calor de un hogar, a la felicidad de la sencillez recogida y custodiada en las paredes de la casa. Cuando escribo esto, ni siquiera sé si podremos disfrutar en familia o si se permitirán reuniones que vayan más allá de la vivienda de cada uno. Probablemente no.

La literatura puede hacer mucho para intensificar esa sensación que les anticipo. En la historia de la ficción hay relatos y libros notables que construyen la leyenda dispersa de la Navidad. La lista de lecturas de estas fiestas no empieza y acaba en la archiconocida Cuento de Navidad, de Charles Dickens. Para los corazones sensibles y enamorados, el norteamericano O. Henry nos regaló su inmortal The gift of the Magi (título normalmente traducido al español con el libérrimo y muy aclimatado a nuestras tradiciones El regalo de los Reyes Magos).

La representación hispánica, sin ser la mejor (el subgénero se nos resiste por alguna razón), también propone alguna que otra lectura.

Leyendo A sangre fría, quién diría que Truman Capote podría ofrecernos una buena narración de Navidad, pero es que se nos olvida que el norteamericano es escritor de preciosa sensibilidad, y si no lo creen acérquense a El arpa de hierba. Escribió para una Navidad como la del 2020 Un recuerdo navideño, relato que comienza con ese evocador: “Imaginen una mañana a fines de noviembre.” En sus Crónicas de Narnia, ese imaginador de mundos imposibles que es C.S.Lewis nos transporta a la Navidad en El león, la bruja y el ropero. No se puede decir que sea un libro típico ni tradicional, pero no me cabe duda de que es una buena experiencia literaria, si transitar por la fantasía es lo suyo.

“Imaginen una mañana a fines de noviembre.”

Un recuerdo navideño – Truman Capote.

Conan Doyle nos ofreció el curioso y poco difundido El carbunclo azul, con un Sherlock Holmes visitando a su inseparable amigo Watson un 25 de diciembre y topándose, naturalmente, con un ingenioso misterio. El muñeco de nieve, de Raymond Briggs, sufre del síndrome Saint-Exupéry: una de esas historias para niños que comienza a entenderse de verdad a partir de los cuarenta. La cerillera, de Hans Christian Andersen, es otra de esas referencias obligadas. Guy de Maupassant ofreció en Cuento de Navidad una de esas historias redondas y bien cerradas que le son típicas. Hasta Ray Bradbury, visionario de la ciencia ficción, tiene un curioso Cuento de Navidad con más atención a las estrellas y los viajes espaciales que a la chimenea de casa.

La representación hispánica, sin ser la mejor (el subgénero se nos resiste por alguna razón), también propone alguna que otra lectura. Rafael Alarcón Sierra concibió un libro llamado Cuentos españoles de Navidad: de Bécquer a Galdós que recoge lo más representativo. Valle-Inclán firmó La adoración de los Reyes, que no pueden dejar de leer. Azorín, en su prosa cantora, nos obsequió con Lo que lleva el Rey Gaspar. Yo quizá me quedo con los textos de Emilia Pardo Bazán, que son muchos y de calidad: Cuentos de Navidad y de Reyes, Cuentos de Navidad y Año Nuevo, Los santos Reyes

En los días previos a las fiestas, y durante ellas, complementen cuanto sientan con alguna de estas lecturas. Avivarán la experiencia, elevarán su visión de cuanto les ocurre, les aclararán el pensamiento y, muy probablemente, les provocarán alguna lágrima.

Artículo publicado originalmente el 4 de enero de 2021 en la revista Qué Leer.

Ruiz-Pleguezuelos-Rafael

Rafael Ruiz Pleguezuelos es doctor en Filología Inglesa y licenciado en Filología Hispánica y Teoría de la Literatura. Profesor de Lengua Extranjera en el Centro de Magisterio La Inmaculada, es también escritor, guionista, crítico literario y miembro de la Academia de las Artes Escénicas de España. Ha ganado el Premio Tiflos de Novela 2020 con el libro ‘La piel del lagarto’.

#6. Solidaridad y deporte al servicio de la educación integral

Por primera vez, la revista Educar es Amar la codirigen cinco estudiantes y graduados del CMLI.

En este sexto número de nuestra revista, ofrecemos una serie de artículos y testimonios sobre diferentes experiencias de solidaridad y educación que refuerzan la idea de que el voluntariado está consolidado en nuestra sociedad desde hace bastantes años.

Además, tenemos que destacar que la visión del voluntario es distinta a la del personal técnico o especializado contratado, por lo que aporta un punto de vista diverso y diferenciado, y por ende, plural y más enriquecedor, ante la actuación con cualquier colectivo en cuestión.

Por otra parte, la temática de este número ligada a la solidaridad es compartida con el deporte. La titulación universitaria de Educación Primaria se encuentra directamente vinculada a la práctica y la enseñanza del deporte a través de la mención de Educación Física. Dicha mención tiene tradicionalmente mucho tirón entre el alumnado de nuestro Centro.

Educación física y el sambenito de asignatura «maría».

Sin embargo, la Educación Física ha sido durante mucho tiempo infravalorada en el currículum de la Educación Primaria, otorgándole injustamente el sambenito de asignatura «maría». Nada más lejos de la realidad.

El deporte fomenta valores educativos incuestionables, aumenta la resiliencia, mejora la salud a través de la actividad física y contribuye, por tanto, a la educación integral de la persona.

Cercanos ya al tiempo navideño, aprovechamos desde el equipo de coordinación y gestión de la revista para desear a toda la comunidad educativa de La Inmaculada un buen final de primer semestre, una feliz Navidad y prospero año 2022.

Si estás interesado/a en participar en los siguientes números, contacta con el profesor Enrique García Jiménez, Javier Viñayo Blanco o con el delegado/a de tu clase. Como indicábamos anteriormente, se han unido al equipo de coordinación las estudiantes Niki Pérez Pascual, Elisabeth Martín Jiménez, Rita Cabrera Martín, Olga Santos Terrones, y el graduado Juan Carlos Ruiz Calahorro.

¡Gracias por vuestra ayuda y compromiso!

¿Cómo influyen las pantallas en el neurodesarrollo de los cero a los tres años?

La repetición es la base de cualquier aprendizaje

Nos encontramos en un mundo donde las tecnologías están más presentes que nunca. Cada día, usamos los dispositivos electrónicos teniendo a nuestros pequeños cerca. Pero, ¿hasta qué punto influyen las tecnologías en su neurodesarrollo?

Se recomienda que los niños no estén expuestos a ningún tipo de pantallas hasta los 2/3 años. La razón se debe a que, durante dicho período, se forman los circuitos básicos en sus pequeños cerebros, los cuales les permiten percibir el mundo y aprender a moverse. Dichos circuitos son los que después sustentarán otros más complejos especializados en la cognición verbal y en la conducta.

Debido a esto, debemos tener en cuenta lo delicada que es esta etapa (de 0 a 3 años) y es fundamental que ofrezcáis a vuestro pequeño oportunidades de aprendizaje de calidad para que esos circuitos fundamentales se constituyan en sólidos cimientos de los aprendizajes posteriores.

Como se sabe, la repetición es la base de cualquier aprendizaje, y aún más en esta etapa. De cero a tres años los aprendizajes que predominan son los sensoriales y motores, y los pequeños no solo imitan lo que ven hacer a adulto, sino que lo repiten una y otra vez para hacerlo bien.

¡Papá, mamá, dejad el móvil!

El primer paso para educar a los pequeños en el uso de las pantallas es que, como adultos, las dejemos de lado. No solo porque los pequeños imitan lo que hacemos, sino porque necesitan que les hagamos caso.

Cuando les prestamos atención estamos estableciendo una relación. Dicha relación va a potenciar el desarrollo de su lenguaje y el desarrollo emocional, además de los pilares de la cognición y la conducta. Por otro lado, también va a generar ese vínculo protector y de cariño que va a durar toda la vida. En cambio, cuando estamos usando el móvil en compañía del pequeño, se interrumpe la relación y dejamos prestar atención a sus reclamaciones, haciendo que el pequeño se ponga más irritable. Además, de esta forma, le estamos enseñando que únicamente con el llanto consigue tu atención, y si solo atendemos a sus necesidades cuando llora, va a adoptar el llanto como forma de reclamo. A largo plazo, el problema de esta situación es que, cuando el pequeño sea más autónomo y pueda desplazarte por sí mismo, seguirá pidiendo las cosas de forma inapropiada (llorando, gritando, etc.).

Por otra parte, el niño, al tender a imitar la conducta, pedirá un móvil o pantalla mientras hacemos uso de ella, y al decidir no compartirla aprenderá que el móvil se usa para aislarse del entorno.

Finalmente, también perjudica al desarrollo de los sentidos. A través de los móviles, podemos ver y oír aquello que emiten, pero no nos ofrecen olores, texturas ni sabores que experimentar, por lo que estamos empobreciendo los sentidos cuando más los necesitan para aprender, ya que de los cero a los tres años los sentidos están aún desarrollándose. Pensad que, durante esta etapa, su aprendizaje es principalmente sensorial (aprenden mediante los sentidos) y motor (aprenden con el movimiento de su propio cuerpo).

El hecho de recibir constantemente información a través de los teléfonos móviles hace que el niño acepte la información que recibe de forma remota y virtual por parte de unos desconocidos y no por parte de su círculo íntimo. Si les exponemos a dichos aparatos, llegará un punto que le resultará más plausible y verídica la información del teléfono móvil que la que le proporcionemos.

Todo esto acabará influyendo en la personalidad del pequeño, y con el tiempo, en la forma que atenderá al mundo cuando sea adulto. A la larga, la falta de un apego y unas referencias sólidas causan inseguridad en uno mismo y en las relaciones con los demás. Esto último también perjudicará en la confianza que tenga tu pequeño hacia sus propias capacidades y en el trato con los compañeros, los amigos o la pareja.

Carmen Barber González es estudiante de 2.º curso del grado en Educación Infantil en el CMLI. Puedes seguirla en su blog www.pequeñasmentes.es o en su perfil de Instagram.

Carmen Barber González

Foto de encabezado de Pixabay.

Podcast Iliados 7

¡Corred a escucharlo, pecadores!

¿Sabéis cuántas vidas tiene un gato? ¿Sabéis cuántos programas llevan? Hoy traemos un programa libre de spoiler sobre una película en la que sale Brad Pitt comiendo (como siempre).

En este Podcast Iliados 7, contamos hasta siete y hablamos de un thriller psicológico con referencias religiosas y un argumento digno de las mejores novelas de misterio.

Ya disponible, gracias a RadioLab UGR, en SpreakerSpotify y también en Google Podcast.

Iliados está dirigido por los profesores Manuel HerradorPilar Martín y María Santamarina.