100 composiciones que hay que escuchar antes de morir: parte 3

Tercera entrega de la profesora Pilar Martín Madrid sobre música que no hay que dejar de escuchar…y apreciar

Porque fueron y son más que música. Porque, en algún aspecto, representan la historia del ser humano, porque cambiaron algo o porque motivaron a que otros cambiaran cosas. Y, para entender qué las hace especiales, os dejamos una pequeña explicación de cada una de ellas en varios post que iremos publicando en el blog. Así que, sin más orden ni concierto, aquí tenéis las que van del puesto 21 al 30. Todas ellas las podéis escuchar en una playlist de Spotify del CMLI.

21. FAURÉ. Sanctus (de Requiem) (1886-1888).

Un Requiem es una misa de difuntos, y el compuesto por Fauré seguramente sea el segundo en popularidad (detrás del de Mozart). La novedad de Fauré es que su música no es triste, amarga, desesperada ante la presencia de la muerte. Por el contrario, este Requiempresenta a la muerte como una experiencia liberadora y esperada, con armonías que nos intentan acercar a la paz y majestuosidad de lo sublime. Fauré murió sin poder escuchar su obra (se tocó por primera vez en su propio funeral); nosotros, por suerte, sí podemos hacerlo.

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Gabriel Fauré

22. DAFT PUNK. One more time (2001).

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La reciente separación de este dúo francés ha traído de vuelta al presente su importancia, durante casi 30 años, en la música urbana. Fueron, por ejemplo, de los primeros en utilizar el famoso auto-tune (un procesador de audio que afina la voz), pero no porque contrataran a Kiko Rivera y lo necesitaran, sino para darle a la voz un sonido “robótico” que encajara en la estética electrónica de su música. La “despersonificación” de su música (escondiendo sus rostros bajo unos cascos), la mezcla entre las artes visuales y la música que aparecen en sus videoclips (que, más que videoclips, son películas), la importancia de la tecnología… hacen de Daft Punk toda una propuesta estética (y no solamente musical) que ha influido en numerosos artistas en las últimas décadas.

23. MERCEDES SOSA. Alfonsina y el mar (1969).

Compuesta por Ariel Ramírez y Héctor Zeoli, fue cantada por primera vez y popularizada por Mercedes Sosa, la gran exponente de la canción latinoamericana y de la música folclórica argentina. La canción es un homenaje a la poetisa Alfonsina Storni quien se suicidó, según narra su letra, internándose lentamente en el mar. Alfonsina y el mar es una obra maestra en la conjunción de todos sus elementos: una poesía y una melodía que funcionan como una unidad, un ritmo ternario lento y una armonía con una secuencia de acordes evocadores, que nos trasladan al recuerdo y al lamento. No en vano es una de las canciones en castellano más versionadas de la historia (si no me crees, prueba a poner el título en Spotify o YouTube).

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Thriller – Sony Records

24. DAVID BOWIE. Space Oddity (1969).

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Pocos días antes de que el ser humano pisara por primera vez la Luna, Bowie publicó esta canción en la que el Comandante Tom narra en primera persona el despegue de su cápsula espacial, que acaba alejándose de la Tierra y desapareciendo en el espacio.

Space Oddity – Philips Records

Irónicamente (no sé si esa letra era demasiado optimista con respecto al final del pobre astronauta), la BBC puso esa canción de fondo mientras se retransmitía en directo el alunizaje del Apolo XI. A pesar de que la versión original de Bowie es sublime, una de las grabaciones más conmovedoras de esta canción la hizo en el año 2013 el astronauta Chris Hadfield, quien la cantó y grabó con su guitarra mientras se encontraba en la Estación Espacial Internacional (podéis escucharla aquí: https://youtu.be/flJdYQS1414).

25. F. SCHUBERT. Winterreise, “Gute Nacht” (1827).

Escuchando y entendiendo la letra de este lied ya se puede comprender perfectamente qué fue el Romanticismo alemán del siglo XIX (os ahorro leeros los cien mil tratados que hay sobre el tema; de nada). Un joven en la noche, bajo un sentimiento de tristeza y soledad, se despide de su amada, para emprender un camino que lo conduce a la muerte. El Winterraise (o “Viaje de invierno”) es un conjunto de lieder (canciones) que narran ese camino hacia la libertad que supone la muerte, el sentimiento de soledad ante el mundo sin sentido, la pérdida del amor como la pérdida de la vida, la angustia ante la desesperanza… A partir de ahora tened en cuenta que, cuando le digáis a alguien “eres un romántico”, si ese alguien sabe un poquito de historia del arte a lo mejor lo interpreta como que le estás llamando “persona sin esperanza en este mundo cruel”.

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Frank Schubert – Winterreise. Saphir Productions

26. T.L. DE VICTORIA. O magnum mysterium (ca. 1572).

Hubo una vez, mucho tiempo atrás, un momento en el que España fue el gran referente musical del mundo y, los compositores españoles, los más admirados y cotizados (más tarde ya nos fuimos viniendo un poco abajo). El siglo XVI es conocido como el Siglo de Oro de la música española por la gran cantidad de tratados musicales que se escribieron, el desarrollo de los instrumentos y de la música instrumental (especialmente para vihuela, antecesora de nuestra guitarra española) y la polifonía religiosa.

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En este último ámbito, y como parte de la “gran trinidad de la música religiosa” (junto a Cristóbal de Morales y Francisco Guerrero), encontramos a Tomás Luis de Victoria, cuya influencia sigue estando presente hasta nuestros días y cuyas innovaciones resultaron determinantes para la evolución de la música. 

27. KHÖÖMEI O CANTO DIFÓNICO MONGOL. Avgiintsgaanuul (s.f.).

El khöömei es un tipo de canto muy extendido en la música tradicional de Mongolia y varios lugares de Asia Central. También conocido como canto difónico o canto de armónicos, consiste en una técnica vocal a través de la cual se pueden cantar más de un sonido a la vez gracias a las resonancias que se producen entre la laringe y la boca. Es una técnica ancestral a la vez que compleja (de hecho, pocas personas en el mundo son capaces de dominarla), declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010 por ser representación y conservación de la cultura mongola a través de tantos siglos.

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Mongolia – UNESCO

28. JOE HISAISHI. Onesummerday (BSO El viaje de Chihiro) (2001).

Con más de un centenar de bandas sonoras, es el compositor más prolífico y conocido del cine de animación japonés (anime), especialmente gracias a su trabajo junto al director Hayao Miyazaki (responsable de películas como La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro o El castillo ambulante). Cada banda sonora de Hisaishi es una pequeña obra de arte por su capacidad para plasmar la historia a través de la música, sus melodías (muchas de ellas, leitmotivs de los protagonistas, que se mezclan y se transforman con la interacción de los personajes) aparentemente sencillas y pegadizas, pero con una complejidad armónica brutal, y con unas orquestaciones y elección de instrumentos perfectas. Si en lugar de japonés fuese americano, sin duda sería un digno competidor de John Williams en número de estatuillas (como no lo es, se tiene que conformar con seguir siendo el mejor en lo suyo…).

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BSO El viaje de Chihiro – Studio Ghibli Film

29. K. STOCKHAUSEN. El canto de los adolescentes (1955-1956).

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En unos años caracterizados por la innovación, las primeras experimentaciones con la música electrónica y los sistemas de grabación y la ruptura de lo que tradicionalmente se había concebido como “música”, Stockhausen presenta la que es considerada como una de las primeras obras maestras de la música electrónica.

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En ella se mezclan tanto sonidos grabados y transformados (lo que, en aquel entonces, hacía la música concreta francesa) con sonidos generados electrónicamente (lo que hacía la música electrónicaalemana), lo cual supuso un antes y un después en la experimentación musical. El texto está basado en la historia bíblica del libro de Daniel, en la que se narra cómo Nabucodonosor arroja a tres jóvenes (Sadrac, Mesac y Abednego) a un horno de fuego. Y, aunque por el tipo de música quizá nos pueda parecer que están sufriendo terribles tormentos mientras son quemados, realmente están cantando alabanzas a Dios y resultan ilesos al final. Así que, aunque la música dé un poco de mal rollo, la historia tiene final feliz. 

30. CHUBBY CHEKER. Let’s twist again (1961).

El twist es un baile derivado del rock and roll que se hizo enormemente popular durante la década de 1960. Este boom no fue exclusivo de Estados Unidos, sino que también en España y en diferentes países de América Latina se realizaron versiones en castellano y nuevas canciones. Chubby Cheker, conocido como “Rey del twist”, fue el máximo exponente de este estilo musical. Pese a su gran auge el twist pasó de moda pocos años después, con la llegada de la música disco en los 70, lo cual dificultó la carrera de Cheker, ya encasillado por la industria en este tipo de música. Él siempre se lamentó de que el twist había arruinado su vida, pues a partir de dedicarse a ese género nadie creyó que tuviese más talento que mostrar al mundo.

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Let’s twist again – Columbia Records

Continuará…

Pilar Martín Madrid es profesora de Educación Músical en el CMLI. Ha sido arreglista y directora del musical Los Miserables, así como la compositora y directora del musical El Silmarillion. Playlist disponible en Spotify.

100 composiciones que hay que escuchar antes de morir: parte 2

Segunda entrega de la profesora Pilar Martín Madrid sobre música que no hay que dejar de escuchar…y apreciar

Porque fueron y son más que música. Porque, en algún aspecto, representan la historia del ser humano, porque cambiaron algo o porque motivaron a que otros cambiaran cosas. Y, para entender qué las hace especiales, os dejamos una pequeña explicación de cada una de ellas en varios post que iremos publicando en el blog. Así que, sin más orden ni concierto, aquí tenéis las 20 primeras. Todas ellas las podéis escuchar en una playlist de Spotify del CMLI.

11. SCORPIONS. Wind of change (1991)

La letra de esta canción habla sobre el final de la Guerra Fría, con la caída del muro de Berlín en 1989, y de los tiempos de cambio que vive Europa a principios de los 90 con su progresiva unificación. Scorpions, uno de los mejores grupos de hard rock de la historia, publicó esta power ballad (nombre con el que se conocen a las canciones más lentas y “limpias” a nivel sonoro del rock) en 1991, convirtiéndose pronto en un himno por la paz, de la cual grabarían posteriormente dos versiones más, en ruso y en castellano.

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Wind of change – Mercury Records

12. I. STRAVINSKY. La consagración de la primavera. Introducción (1913)

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La consagración de la primavera es un ballet rompedor que, con su música y puesta en escena disonantes y vanguardistas, cambió la historia de la música y abrió la música a nuevas sonoridades. Sin embargo, el día de su estreno en París volaron, literalmente, sillas al escenario. Los abucheos de los asistentes se convirtieron en gritos y silbidos conforme avanzaba la representación, lo que provocó que se tuviera que cancelar en mitad del segundo acto y que Stravinsky tuviera que salir por patas del teatro.

13. MICHAEL JACKSON. Thriller (1984)

Thriller representa perfectamente la estética sonora del pop de los 80, en el que predominaban los sintetizadores y los ritmos electrónicos. Además, la canción se caracteriza por incluir sonidos extramusicales y propios del cine de terror, como crujidos de puertas y aullidos. Su videoclip, de 14 minutos de duración, supuso una nueva forma de concebir los vídeos musicales, que pasaron de ser (en la mayoría de los casos) de una simple presentación de la canción en la que aparecían los músicos en escena tocando, a un producto audiovisual completo que, utilizando numerosos recursos cinematográficos, fue proyectado en televisiones y cines.

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Thriller – Sony Records

14. J.M. SERRAT. Mediterráneo (1971).

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Serrat es uno de los cantautores españoles más importantes y populares y ha influido musicalmente en muchísimos artistas tanto españoles como hispanoamericanos de las últimas 4 décadas. Durante los 70 y 80 sus canciones fueron un himno de protesta contra el régimen franquista y en favor de la democracia. Mediterráneo es valorada en muchos rankings como la mejor canción de la historia de la música española por su poesía, su intimismo y, a la vez, su universalidad.

Mediterráneo – Discos Zafiro Novola

15. BERNSTEIN. María (BSO West Side Story) (1961)

Side Story es uno de los principales musicales de la historia del cine y fue el primero en el que la música y el baile quedaban totalmente integrados en la historia y todo se contaba a través de ellos (el resultado es que ahora, cuando en una película vemos a uno por la calle que de repente comienza a cantar y bailar, nos parece normal). María es uno de los temas principales de la película, dedicado a su protagonista, para el que Bernstein utiliza descaradamente el tritono, un intervalo musical (intervalo=distancia entre dos notas) casi prohibido durante la historia de la música por ser muy disonante (de hecho, se le llamaba popularmente “el diablo en la música”).

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Leonard Bernstein y María Callas

16. NIRVANA. Smell like teen spirit (1991).

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Supuso uno de los principales himnos de la década de los 90. Su éxito fue tal que reavivó el interés del público general por el rock alternativo y el grunge, género musical derivado del rock y de la estética punk en el que predomina un sonido potente y “sucio” con guitarras distorsionadas, voces superpuestas y ritmos de batería repetitivos. Irónicamente y gracias a esta canción este género, que nació con una filosofía contracultural y anticomercial, se convirtió durante unos años en mainstream, ante el disgusto de muchos de los propios grupos grunges. Nevermind – DGC Records

17. MICHAEL JACKSON Y LIONEL RICHIE. We are the world (1985).

En 1985 Michael Jackson y Lionel Richie compusieron una canción con el fin de destinar toda su recaudación a la lucha contra la hambruna en Etiopía. Fue grabada por las voces más importantes de EEUU, entre las que aparecen nombres como Bruce Springsteen, Stevie Wonder, Tina Turner y Bob Dylan, entre muchos otros. Además, fue cantada en directo en el Live Aid, dos conciertos que se realizaron de forma simultánea en Londres y en Filadelfia, también con el fin de recaudar fondos para África, en los que actuaron los grandes cantantes y grupos de la época, como Queen, The Who, U2, David Bowie o Phil Collins. Es como coger ahora a todo el top 20 de grandes éxitos y juntarlos en una canción o un escenario. Pero mejor. ¡Mucho mejor!

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We are the world – Columbia Records

18. JOHN WILLIAMS. BSO Jaws (1975).

Williams es el compositor más importante del Hollywood de las últimas décadas y, posiblemente, uno de los mejores compositores de la historia del cine. Aunque no sea su banda sonora más escuchada, la música de Jaws (Tiburón) es, sin duda, una de sus obras maestras. El rodaje de la película fue muy costoso y bastante desastroso, llegando a hacer tres réplicas del tiburón que, en todos los casos, quedaba cutre en pantalla. Ante el hecho de que el protagonista de la película (y el que, se suponía, debía atemorizar el público) no pudiera aparecer apenas en imagen, Spielberg y Williams se las ingeniaron para crear el terror a través de la música, con un tema musical simple basado en la repetición de 2 notas, que anuncia siempre la llegada del animal y crea toda la tensión en el drama. Dicho de otra manera, Williams arregló una película que tras 9 millones de dólares no funcionaba con solo dos notas. Si eso no es ser un genio…

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BSO Tiburón John Williams para MCA Records

19. G. PUCCINI. Nessun dorma (de la ópera Turandot) (1926).

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Una de las arias de mayor lirismo, belleza y, por qué no, popularidad de la ópera italiana. Puccini fue uno de los grandes renovadores de la ópera, utilizando muchos recursos que, posteriormente, se utilizarían con frecuencia en el cine (por ejemplo, el anticipar la llegada de un personaje o una acción escuchando su tema musical antes de que suceda).

20. SIA. Chandelier (2014)

Una de las figuras más importantes del pop de los últimos años es Sia. Más allá de su papel como artista-cantante, que tuvo su punto culmen con Chandelier, Sia ha producido y compuesto muchísimas canciones y letras para artistas como Beyoncé, Rihanna, Maroon 5, Christina Aguilera, Shakira o Celine Dion. La mayoría de sus canciones, como Chandelier, se enmarcan en el electropop, género predominante durante las primeras décadas de los 2000 en el que los instrumentos característicos del pop clásico (guitarras, piano, batería, bajo) son sustituidos casi en su totalidad por sintetizadores e instrumentos electrónicos.

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Chandelier – RCA Records

Continuará…

Pilar Martín Madrid es profesora de Educación Músical en el CMLI. Ha sido arreglista y directora del musical Los Miserables, así como la compositora y directora del musical El Silmarillion. Playlist disponible en Spotify.

100 composiciones que hay que escuchar antes de morir: parte 1

La profesora Pilar Martín Madrid inicia una serie de publicaciones sobre música que no hay que dejar de escuchar…y apreciar.

Seguro que alguna vez te ha pasado que algún amigo te ha dicho: “pero, ¿qué me estás contando? ¿Cómo que no conoces esta canción? Tienes que escucharla sí o sí. ¡No puedes vivir sin conocerla!” Y, si le preguntas el por qué del “sí o sí”, seguramente te contestará que es su canción favorita, o su grupo favorito, o que sonó o está sonando mucho en la radio, o algo parecido.

Pues aquí os traemos una de esas listas del “sí o sí”: 100 músicas que hay que escuchar antes de morir. Pero, en este caso, no es una lista con las canciones favoritas de nadie. Tampoco son las 100 mejores obras musicales de la historia, ni siquiera las más importantes o influyentes, ni las que tienen mayor cantidad de reproducciones. Entonces, ¿por qué hay que escucharlas?

Porque fueron y son más que música. Porque, en algún aspecto, representan la historia del ser humano, porque cambiaron algo o porque motivaron a que otros cambiaran cosas. Y, para entender qué las hace especiales, os dejamos una pequeña explicación de cada una de ellas en varios post que iremos publicando en el blog. Así que, sin más orden ni concierto, aquí tenéis las 20 primeras. Todas ellas las podéis escuchar en una playlist de Spotify del CMLI.

  1. L.V. BEETHOVEN. Sinfonía nº 9, 4º movimiento (1824).

Y Beethoven pensó: “¿Qué pasa si, además de una orquesta tocando, pongo a un coro a cantar en una sinfonía, a lo grande?” Pues pasó que revolucionó la música orquestal de su época y la que vendría después, además de crear una de las melodías más conocidas y versionadas de la música clásica. La Oda a la alegría (basada en el poema de Schiller) se ha convertido en un himno a la libertad, a la hermandad y a la vida. Y fue compuesta por Beethoven, un señor que desde muy joven estuvo enfermo tanto a nivel físico como mental (se cree que podría padecer trastorno bipolar), que se planteó varias veces el suicidio y cuya sordera acabó por apartarlo totalmente del mundo (y de su propia obra; de hecho, esta sinfonía la compuso estando ya totalmente sordo).

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2. QUEEN. Bohemian Rhapsody (1975).

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El gusto de Freddie Mercury por la ópera y su insistencia por sonar diferente a los demás grupos de rock del momento le llevó a componer una de las canciones más emblemáticas del grupo y de la historia del rock. Problemática a la hora de su difusión en radios, por ser “más larga de lo que debería”, Mercury pensó que lo de la forma estrofa-estribillo característica del rock era un rollo y creó una canción en seis partes, cada una con un estilo diferente, pero que funcionan como un todo.

Queen-Parlophone Records.

3. ARETHA FRANKLIN. Respect (1965).

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Una de las canciones más emblemáticas del R&B. Aunque cantada e interpretada originalmente por Otis Redding, Aretha Franklin fue la encargada de popularizar esta canción. En su versión, Aretha cambió la letra original, que presentaba la voz de un marido que pedía respeto al llegar a su casa tras toda la jornada trabajando, a la de una mujer segura de sí misma que exige a su marido que debe ganarse su admiración. En una época en la que florecían numerosos movimientos sociales reivindicativos, la canción se utilizó con frecuencia como himno por parte de las mujeres activistas.

Aretha Franklin-Atlantic Records.

4. SHOSTAKOVICH. Jazz suite nº2. Walt II (1938).

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Desde la profunda Unión Soviética, Shostakovich mezcla una danza europea festiva como es el vals con un instrumento propio de la música norteamericana y el jazz: el saxofón. Por experimentos como estos, Shostakovich tuvo numerosos problemas con la censura del Gobierno, que no veía bien todo aquello que no fuera seguir la tradición rusa musical (y mucho menos si venía de influencias alemanas o americanas). El resultado de esta mezcla de estilos es un vals triste y alegre a la vez. En 1938, a un año de comenzar la Segunda Guerra Mundial, no estaba Europa para mucha fiesta.

Dmitri Shostakóvich

5. THE  BEATLES. I want to hold your hand (1963).

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The Beatles-Capital Records

Los Beatles son una de las grandes bandas musicales de la historia. Establecieron la “formación pop” (cantante, guitarra eléctrica, bajo, batería) tal y como la hemos conocido durante muchos años, mezclaron e innovaron en numerosos géneros y tuvieron una popularidad sin precedentes. De hecho, fueron los primeros en vivir lo que actualmente llamamos “fenómeno fan” (tras la beatlemanía llegarían, años después, los beliebers, directioners, auryners y un largo etcétera). I want to hold your hand fue uno de sus primeros grandes éxitos.

6. ENRIQUE MORENTE. Manhattan (1996).

El disco Omega al que pertenece esta canción es uno de los más revolucionarios del flamenco. La poesía más vanguardista de Federico García Lorca (Poeta en Nueva York), la calidad compositiva de Leonard Cohen, la voz de Morente y la fusión de flamenco y rock lo convierten en un disco único y un emblema del flamenco más vanguardista. Por cierto, la mujer que canta en Manhattan es una joven Estrella Morente de 16 años.

Foto de Manuel Montaño.

7. RADIOHEAD. Paranoid Android (1997).

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En su disco Ok Computer Radiohead anticipó cómo la tecnología se abriría paso en nuestras vidas y se apoderaría de ellas, convirtiéndonos en “esclavos tecnológicos”. Paranoid Android es una de las canciones más complejas y de mayor calidad del rock progresivo. En ella, tres miembros de la banda compusieron tres capas musicales diferentes y, posteriormente, fueron unidas en una única canción (de forma similar a lo que habían hecho los Beatles en Hapiness is a Warm Gun). El resultado es una canción con una complejidad de texturas y sonoridades tremenda, pero en la que todas se fusionan y funcionan perfectamente. Paranoid Android-EMI Records.

8. VIVALDI. Concierto en sol menor, RV 315, “Verano”, I. Allegro non molto (1723).

Es una de las primeras y, posiblemente, mejores obras descriptivas de la historia de la música. En Las cuatro estaciones Vivaldi nos pretende “dibujar “sentimientos y sensaciones muy concretas a través de la música, haciendo referencia a las distintas estaciones del año. En el caso de este fragmento, el inicio del Verano, básicamente intenta expresar las pocas ganas de vivir que tenemos cuando hace mucho calor. Y eso que Vivaldi no vivía en Andalucía…

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Las Cuatro Estaciones-Philips Records

9. MECANO. Hoy no me puedo levantar (1982).

Mecano fue uno de los principales grupos de la llamada Movida madrileña, el fenómeno cultural de los años 80 que tuvo como epicentro Madrid. En su contexto, aparecieron una gran cantidad de grupos musicales (la mayoría de ellos duraron poco tiempo) con una estética y unas letras, por lo general, transgresoras y rebeldes. La Movida estaba muy ligada a la noche, la fiesta y, desgraciadamente para muchos jóvenes que murieron a causa de ella, la droga. Y claro, luego la resaca pasaba factura… De ahí la letra de esta canción (me duelen los brazos, me duelen los ojos, me duele hasta la vida).

Mecano

Mecano

10. GEORGE GERSHWIN. Summertime (de la ópera Porgy and Bess – 1935.)

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Gershwin fue uno de los compositores estadounidenses más importantes de principios del siglo XX y uno de los pioneros en fusionar la música clásica con el jazz. Uno de los principales ejemplos de ello es esta ópera, Porgy and Bess, cuyo número más conocido, Summertime, ha sido versionado por las grandes voces del jazz y del blues. Una de las mejores versiones, sin duda, es ésta: Louis Armstrong y Ella Fitzgerald (ni más ni menos).

George Gershwin

Continuará…

Pilar Martín Madrid es profesora de Educación Músical en el CMLI. Ha sido arreglista y directora del musical Los Miserables, así como la compositora y directora del musical El Silmarillion. Playlist disponible en Spotify.