Lo ocurrido el martes pasado en Valencia, desgraciadamente real, puede recordarnos a este párrafo de la novela de aventuras clásica La isla misteriosa, de Julio Verne:
“Un fuerte viento del nordeste hizo que (…) la temperatura descendiera notablemente durante ocho días, ocasionando ciudades devastadas, lugares arrasados por trombas de agua que caían como aludes, bosques asolados, barcos arrojados a las costas…”
Es la descripción de los destrozos producidos por una DANA, palabra resultante de la expresión Depresión Aislada a Niveles Altos. ¿Y qué es? Veámoslo más detenidamente.
¿Qué es una DANA?
• Depresión: El aire caliente asciende desde la superficie de la Tierra a unos 12 km porque tiene mucho movimiento. Este aire está hecho de muchas partículas, como moléculas de oxígeno (O₂), nitrógeno (N₂) en mayor cantidad y de vapor de agua (H₂O), entre otras. Por tanto, cuando estas partículas se mueven y ascienden se genera más espacio entre ellas. Eso hace que se enfríe el ambiente, disminuyendo su roce, al igual que ocurre cuando separamos nuestras manos cuando se están frotando.
Este enfriamiento hace que el agua que asciende pase de gas a líquido (se licúa), formando nubes. Podemos comprobarlo con un simple experimento: con la boca abierta, echemos el aliento sobre tu mano. Comprobaremos que nuestro aliento está caliente. Ahora, repitámoslo otra vez, pero tratemos de juntar poco a poco nuestros labios, reduciendo con ello la abertura, como si estuviéramos soplando. ¿Cómo es nuestro aliento ahora: frío o caliente? Podrás comprobar que… ¡está frío!
Efectivamente, al soplar expandimos el aire (lo separamos) y la temperatura desciende. Cuando las partículas están muy cerca, como al inflar un globo, éstas ejercen mucho empuje o altas presiones (mucho roce). Al hacer que el aire salga del globo, las partículas se separan muy rápido, disminuyendo el roce entre ellas y los choques, generando zonas de bajas presiones (poco empuje), es decir, una depresión.
En la atmósfera, al subir el aire, ocurre algo especial: el espacio que se genera hace que el aire se pueda mover mucho, como en una discoteca con la pista de baile prácticamente vacía. Ello provoca vientos fuertes. Por eso, a las zonas de bajas presiones se les llama también borrascas y se indica con una B en los mapas del tiempo.
• Aislada: la bolsa de aire frío se ha salido de la corriente general de aire, quedándose “atrapada” durante un tiempo prolongado en alguna región, causando inestabilidad y fenómenos atmosféricos severos.
• Niveles Altos: se forma en niveles altos de la atmósfera, a unos 11-12 km de altura desde la superficie.
Esta bolsa de aire frío e intenso que asciende se ha originado al desprenderse de la corriente de chorro polar, una corriente que se encuentra por encima de España. Esto hace que se quede “aislada” sobre una región específica. Si nos fijamos en la imagen vemos cómo una parte del aire de ese chorro se desprende, generando esa bolsa o círculo de aire, o más concretamente, una Depresión Aislada en Niveles Altos de la atmósfera (12 km): una DANA.
Esta masa de aire frío actúa como una chimenea ascendente bestial, arrastrando mucho vapor de agua. Si estamos en una estación del año en la que el mar Mediterráneo está a una temperatura bastante templada, como ocurre en la estación de otoño, esa evaporación es masiva. Este vapor forma muchas nubes por enfriamiento extremo, provocando lluvias intensas y masivas en zonas cercanas al mediterráneo (Andalucía, Valencia o Cataluña); hasta este momento (pues la DANA sigue activa) ha sido la provincia de Valencia la más afectada.
¿Por qué está causando tanto daños, destrozos y pérdidas humanas?
El concepto de cantidad de movimiento nos da la respuesta. La física dice que algo que tiene mucha masa (muchas partículas o átomos) es difícil de detener o de movilizar. Este concepto se denomina inercia. Todos sabemos que un camión (mucha masa) es más difícil de mover que un patinete y por eso se dice que el camión tiene mucha inercia.
Además, la velocidad de un objeto también influye: una bala parada no hace daño, pero, si se mueve, mejor no estar ahí. Por tanto, cuanto más masa y más velocidad tenga un objeto, mayor impacto, siendo muy difícil de detener. A esto se le denomina cantidad de movimiento: la cantidad de masa y velocidad que tiene un objeto.
¿Qué es la inercia? Imagen de Peshkova para GettyImages
La DANA hace que caigan lluvias torrenciales. Esta lluvia tiene mucha cantidad de agua (mucha masa) generando riadas, esto es, una rápida acumulación de agua que resulta difícil de eliminar por los sistemas habituales de alcantarillado, acumulándose en calles y ríos. Esto hace que se forme una capa superficial de agua con mucha movilidad (velocidad), al no encontrar obstáculos (el pavimento y la vegetación se encuentran en el fondo), al igual que ocurre con las olas en un mar. Como resultado tiene tal cantidad de movimiento que es capaz de arrastrar postes, escombros… ¡e incluso coches! Esto hace aumentar mucho su masa. Además, en las calles inclinadas, se incrementa muchísimo más su velocidad, consiguiendo con ello derribar vallas, construcciones, paredes, etc.
Por otro lado, estas riadas también pueden ocurrir en sitios en donde no esté lloviendo. Se debe a que la riada puede transportarse y llegar a ríos de las poblaciones cercanas por la gran cantidad de movimiento que tiene, derribando todo a su paso, generando el mismo problema. Esto es lo que está pasando y por eso es tan importante ofrecer toda la ayuda posible.
Saber por qué ocurren estos fenómenos nos permitirá actuar y prevenir posibles desastres, encontrando en la ciencia las claves para actuar frente a las inclemencias de la naturaleza.
Julio Ballesta Claver.
Artículo original publicado en la plataforma editorial digital The Conversation el 5 de noviembre de 2024.
El profesor Julio Ballesta Claver es docente del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales. Licenciado en Químicas por la Universidad de Granada y doctorado en química analítica en el año 2009, Julio lleva años produciendo artículos de investigación y realizando docencia universitaria; en el año 2011 recibió el galardón al mejor trabajo de investigación en química electroanalítica concedido por la empresa DROPSENS.